top of page
Buscar

Romantizar la delincuencia.

  • Foto del escritor: Alex Negrete F
    Alex Negrete F
  • 26 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Hay quienes piensan que los delincuentes son víctimas. Víctimas del sistema, de la corrupción, de sus padres, de la gran desigualdad que existe en el país, de la falta de oportunidades, del gobierno. Y como son víctimas se transforman en delincuentes.




Es cierto que las razones anteriores influyen para que alguien se convierta en delincuente. Si queremos combatirla, habría que pensar en el tejido social de las comunidades, habría que crear más oportunidades para jóvenes, tener una economía más justa, entre otras cosas. Sí, esas medidas preventivas son muy útiles si queremos combatir la delincuencia, pero… los delincuentes no son víctimas.


El problema viene cuando se piensa que lo son por estas causas, siempre otros son los culpables (autoridades, gobierno, monopolios). Pero nos estamos olvidando de un rasgo muy importante: El libre albedrío. Pareciera que estamos negando el libre albedrío de los delincuentes, como si fueran una especie de autómatas o seres que no tiene la capacidad más allá de responder a un estímulo. Los delincuentes deciden delinquir (al menos los adultos).


Cada vez escuchamos más historias de delitos y asaltos en vías públicas, en lugares privados y en todas partes, son historias que parecen cotidianas hasta que le tocan a uno. Y como dije, los delincuentes no son autómatas que simplemente responden ante un estímulo como ratas de laboratorio para replicar un experimento, tan es así que hasta ya hay toda una planeación y estrategias en la forma en que piensan delinquir.


Los delincuentes deben ser tratados como tal. Al privar a una persona de sus derechos automáticamente ellos deben perder los suyos. Los seres humanos vivimos bajo un contrato social, uno cede ciertas libertades al soberano (autoridades, gobierno, elegidos “democráticamente”) quienes están encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos y que éstos puedan vivir en paz y llevar a cabo su proyecto de vida; y al mismo tiempo uno adquiere derechos (a la seguridad, educación, posesión de bienes). Si un delincuente priva a otra persona de esos derechos está rompiendo este contrato social y por ende él pierde los suyos.


Uno de los principales problemas en México es que tenemos un gobierno incapaz de garantizar a un nivel aceptable la protección de los derechos de los demás, más cuando algunos delincuentes son los mismos policías.


No creo que sea la pena de muerte la mejor forma de lidiar con este asunto, creo que una sociedad con altas tasas de crimen y violencia tiende a tener un Estado de derecho lo suficientemente distorsionado como para utilizar sus leyes de tal forma, además creo que la pena de muerte no reduciría significativamente los niveles de delincuencia. En cambio, si una sociedad tuviese un estado de derecho lo suficientemente sólido, los niveles de criminalidad se reducirían sin que sea necesaria medidas como la pena de muerte.

Esto no significa que esté a favor de la vida de los delincuentes, pienso que, si un individuo es asaltado con violencia, agredido o violado, de tal forma que el delincuente ponga en peligro su vida, la primera debe tener el derecho de asesinar al delincuente en defensa propia.


Lo ideal sería que las autoridades tengan la capacidad para que los afectados no tengan que hacer justicia por cuenta propia, pero ante una decadente seguridad, el individuo debe tener el derecho de defender su vida e integridad despojando al otro de la suya. ¿Por qué?..

Porque los delincuentes no son víctimas, porque muchas personas que se desarrollan en familias disfuncionales y condiciones adversas logran llevar a cabo una vida digna, lo cual prueba que el delincuente tiene libre albedrío y decide utilizarlo para delinquir.

Todos sabemos que despojar a otra persona de sus pertenencias o derechos está mal, agredirla o violarla está mal, son nociones tan básicas que se repiten en la mayoría de las culturas y personas (a menos que sean psicópatas que tienen anomalías cerebrales y una diferente fisiología que les impide sentir empatía, no por eso deberían de estar sueltos).

 
 
 

Comments


bottom of page