Hechos que indignan

Ricardo Salinas Pliego ha tomado la incongruente decisión de decirle a su público que ignoren las recomendaciones de los expertos y deslegitimar a las autoridades sanitarias. Esto costará vidas en México.

Un empresario es una figura pública, si bien no siempre está frente a las cámaras, éstos cobran importancia debido al dinero que poseen y la gran cantidad de masas y acciones que éstos pueden mover. Tienen mucha influencia en el camino que dirige al país, y es por esto que deben de tener un compromiso moral con la sociedad, y ese es respetar el entorno bajo el cual se mueve e influye.

El compromiso social que los empresarios tienen con los demás no a fuerza debe estar aprobado por el país, primeramente, debería ser una cuestión ética y moral, el conjunto de decisiones que hablan de la honorabilidad del empresario. Y la actitud que ha tenido Salinas Pliego es una transgresión a este principio. Ha decidido poner los intereses económicos en primer plano, encima del bienestar de la población. En un video se muestra como dentro de las instalaciones de TV Azteca no se toman las medidas sanitarias pertinentes en tiempos de pandemia sin importar el riesgo que esto puede presentar para sus familias.

Muchas PyMES hacen lo imposible para mantenerse a flote en estos tiempos, haciendo sacrificios para garantizar trabajo a su plantilla laboral. Es más que evidente que Salinas Pliego no corre con esta clase de riesgos, pero por si fuese poco que ésta ignorando las medidas sanitarias en su empresa, ha exhortado al resto de la población a hacerlo. Haciendo caso omiso a todo profesional de la salud (médicos, enfermeras, epidemiólogos, científicos). Tiene cero argumentos lógicos para pensar que está haciendo lo correcto, o está combatiendo el problema desde otra perspectiva. Él no es un profesional de la salud, y dudo que tenga los conocimientos necesarios para entender bien lo que sucede.

Pero la “osadía” de Salinas Pliego llega más lejos, no es suficiente con hacer caso omiso y alentar a la sociedad que lo haga, debía tener un blanco fijo, y éste fue Hugo López-Gatell, la intencionalidad de desprestigiarlo es evidente. El mensaje fue claro y conciso y que tuviera un alto impacto y desprestigiar cualquier obstáculo que se interponga con los intereses de Salinas Pliego. El mensaje fue dado por Javier Alatorre, independientemente si la acusación sea falsa o no, se muestra de forma clara la falta de ética de ese periodista. No se presentaron pruebas fehacientes (y no basta con que el gobernador de un estado haya acusado a López-Gatell de haber manipulado la información porque él mismo podría estar mintiendo, es como querer atar un cabo suelto con otro).

Y que se distinga una diferencia crucial, criticar la información que nos es proveída por López-Gatell es tu derecho a la libertad de expresión, pero, hacer un llamado a la población para que ignoren estas medidas es un error gravísimo y al igual que presentar una acusación sin evidencia suficiente.

La actitud de Salinas Pliego va a costar vidas que pudieron haberse salvado. Si alguna vez tuvo una pizca de ética que pudiera rescatarlo hoy es tarde. Ha demostrado sus verdaderos colores.