¿Es cierto que las generaciones son cada vez más ignorantes?
- Alex Negrete F
- 21 may 2020
- 3 Min. de lectura
Es muy común escuchar, sobre todo a la gente adulta, que las nuevas generaciones cada vez son más ignorantes que las anteriores. ¿Qué tan cierto es?

Es muy común escuchar eso, si en algo coinciden ambas ideologías de izquierda y derecha es que existe una estrategia en la que al mantener a la gente enajenada o idiotizada es más fácil manipularla. Tanto el izquierdista como el conservador señalan a los medios de comunicación por manipular a la sociedad y la publicidad de las campañas políticas. Todas estas cuestiones existen, pero a veces lo dicen como si antes eso no sucediera.
Ambos idealizan al pasado, creen que generaciones anteriores eran más cultas, más inteligentes, más leídas. A lo mejor es cierto, pero también tengo mis reservas de esta afirmación. Puede ser que mucho de lo que dicen provenga, más bien, de un sentimiento de nostalgia. Es cierto que las generaciones pasadas se sujetaban a grandes narrativas desde las cuales percibían y le daban sentido al mundo: el cristianismo, marxismo, liberalismo.
Con la llegada de la era posmoderna, era que se caracteriza, entre otras cosas, por un gran proceso de individualización, la gente ya no se ata tanto a esas narrativas, sino busca interpretar el mundo bajo sus propios ideales.
Esto podría causar problemas, porque los individuos ya no tienen un punto o sitio de partida (cosa que sí sucede con las generaciones anteriores con la que lograban darle significado, pero ello no necesariamente demuestra una sociedad más ignorante). Si bien podríamos decir que uno de los problemas es que el individuo puede que tenga más dificultad al adquirir e interpretar información de una forma un tanto más ordenada, el rompimiento o liberación de estas grandes narrativas también tiene que ver con una curiosidad y un deseo de ver qué hay más allá de los esquemas preestablecidos, también con la asimilación de que en un mundo tan complejo, no nos podemos sujetar a una sola narrativa que por sí sola nos dé todas las respuestas. Aunque, en lo personal siento que en esta era posmoderna también nos caracterizamos por tener cierta inmadurez al tratar de entender esta gran complejidad por lo que sucumbimos ante interpretaciones bastante reduccionistas.
Tal vez sea la nostalgia de ciertos adultos que podían contar con una formación con base en una información concisa (aunque con un acceso más limitado a ella) y apegada a una doctrina, lo cual, creo yo, que daba una sensación de pertenencia a la sociedad. Pero en ambos casos, tanto ayer como hoy, siempre ha existido una minoría culta y leída, y una gran mayoría que no lo es. Un ejemplo, en la religión, antes probablemente existía una minoría que se tomaba el tiempo de leer desde Aristóteles hasta Santo Tomás de Aquino y sabía de cuestiones teológicas, pero también había otra que enseñan la religión de una forma muy básica y unidimensional que hasta podía parecer supersticiosa. De la misma forma hoy en día hay existe una minoría culta que se molesta en leer de diversas disciplinas y sabe discriminar bien la información que es valiosa o no en las redes sociales, y otra que no sabe hacerlo y termina compartiendo las notas de que dicen: “Mientras más flojo seas, más inteligente eres según la ciencia”.
Si reflexionamos un poco, ponemos atención a la historia, nos podemos dar cuenta que, por más nuevo y sofisticado que suenen estos conceptos como “fake-news”, en realidad no lo son. Los políticos siempre han mentido, los medios de comunicación igual, puede que los relatos de la Guerra Fría, por dar un ejemplo, eran “Fake-news” reforzadas por los medios tanto occidentales como en la URSS, cada uno a su conveniencia. Antes no existía información falsa en el internet, porque éste ni existía, pero sí existía la televisión y tanto en noticieros como comerciales te podías topar con información falsa o engañosa.
Es difícil medir de una forma metodológica si una generación es más ignorante que otra. Las percepciones pueden ser engañosas y subjetivas. Es evidente que en nuestra sociedad hay mucha ignorancia, y mientras más se nutra o cultive uno, más evidente se vuelve. Pero la ignorancia nos ha acompañada a lo largo de la historia. Dudo mucho que, con todos los problemas que nuestra sociedad tiene hoy en día, sea más ignorante que antaño. Los libros se siguen leyendo incluso los grandes de filosofía o medicina; se siguen haciendo debates, en algunas ocasiones de alto nivel, sobre cuestiones sociales, políticas e ideológicas. Y si bien es una minoría, siempre lo ha sido.
Ojalá y nuestra sociedad pueda ser más culta, e incluso si se lograra, nos seguiríamos quejando, ya que lo estándar de lo que “ es ignorante” suele ser relativo a través del tiempo
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