10 puntos para aprender a quererse a uno mismo
- Alex Negrete F
- 17 jun 2020
- 5 Min. de lectura
Lo sé, estamos a mitad de año. Ya pasó la navidad, te comiste las 12 uvas, te propusiste nuevos propósitos de año nuevo (probablemente no recuerdes los del año antepasado, lo cual implica que probablemente no los cumpliste). Puede que no te conozca, pero ¿no te cansas de que cada año parezca una repetición de tus mismas historias y frustraciones, de deseos no cumplidos? Yo sí. Posiblemente no te quieres lo suficiente, posiblemente tu autoestima se encuentre algo baja. Posiblemente necesites enfrentarte a ti mismo.
No me considero un maestro de la autoayuda ni pretendo serlo, mi vida no está ni cerca de estar completa o realizada, pero sí he tenido ciertas experiencias que son el motor para generar cambios sustanciales y las quiero compartir con el propósito de que puedas sentirte un poco mejor contigo mismo o te encamines hacia ello.

1. Ten un propósito en la vida
Si no tienes una meta o un propósito, difícilmente alguien creerá que te quieres a ti mismo. Se vale estar en busca de ello. Conforme uno se empieza a conocer y confiar en sus habilidades, surgen más ideas de lo que se quiere en la vida, o lo que se puede hacer. No es que debas tener una lista concisa y bien delimitada, pero sí es importante saber qué te mueve. Claro, la vida da muchas vueltas, los planes cambian, las cosas salen bien otras mal, pero sin un objetivo quedas en la deriva. Sé sincero contigo mismo, piénsalo, búscalo y asume las consecuencias que ello implica.
2. Deja de preocuparte de qué dirán los demás
Te voy a contar algo espantoso que probablemente no querrás oír: La gente siempre hará juicios sobre ti, siempre. Y no es que lo hagan con mala intención, es parte de nuestra naturaleza humana como seres sociales. ¿Te digo otra cosa? Esos juicios están subordinados a las creencias, valores y costumbres de cada quién. Siempre habrá gente a la que le caigas mal. El preocuparte excesivamente del qué dirán de ti implica que dejas a un lado tu sistema de creencias y convicciones, y adoptas el de otros con tal de sentirte aceptado o querido, lo cual, sin lugar a duda, implica que no te quieres lo suficiente. ¿Quieres seguir tus sueños? Toma tus decisiones, asume tus consecuencias, a lo mejor irás en contra de las creencias de tus padres, de amigos. Pero al final, quienes te quieren terminarán por aceptarte y respetarte.
3. Hacer algo por los demás
Una persona que está en paz consigo misma procura el bien a los demás y mejorar su entorno. No puedes compartir el amor que no tienes por los demás. Desde ayudar a un anciano a cruzar la calle, participar en organizaciones encaminadas a mejorar el entorno. Al final, se trata compartir con los demás aquello que has recibido y cosechado a lo largo de los años.
4. Hablar de los demás
Como comenté en el punto 3, todos hacemos juicios de las personas (mentales o hablados). Pero las personas que se quieren, hacen esos comentarios con moderación y sin afán destructivo, recuerda: La honestidad sin empatía es crueldad. Quienes se sienten mal con ellos mismos, buscan contrarrestar ese sentimiento hablando mal de los demás, sintiéndose superiores. Este acto se vuelve un círculo vicioso, a nadie le gusta estar con una persona que hable excesivamente de los otros porque probablemente sienta que hablarán de él o ella a sus espaldas, y cuando logran ahuyentar a los demás sólo están confirmando que no se quieren. Contrariamente, a nadie le gusta estar con alguien que solo hable de sí mismo porque entonces es probable que caiga en el espectro narcisista y tenga poca o nula empatía por los demás.
5. Leer
Es más fácil quererte si posees un panorama amplio de tu vida. Al tener una perspectiva más amplia, te ayude a reordenar o reconsiderar tus objetivos y metas, te vuelve más creativo y útil en una sociedad. Leer te da herramientas para construir un proyecto de vida. No puedes quererte si no cultivas tu intelecto y espíritu. Empieza por mejorar tus circunstancias para poder mejorar las del entorno que te rodea.
6. Tu salud y aspecto físico
No digo que la gente o muy gorda o muy delgada no se quieran, pero es importante tener en cuenta tu estado físico y mental. Probablemente tengas sobrepeso por sedentarismo, mala alimentación y otros hábitos. Pero es importante respetar tu cuerpo. El sentir con el tiempo cambios positivos en tu cuerpo aumenta tu autoestima, el sentirte más sano, más fuerte, poder conciliar el sueño. Una persona puede pasar por alto tu sobrepeso, o estado mental pero tu cuerpo no, éste responderá y tarde o temprano lo resientes.
7. Las personas negativas
La gente negativa es muy problemática. Puede ser que, si no te quieres, es porque hayas estado relacionado con gente muy conflictiva. Claro, no existe una definición única de lo que es una persona negativa y conflictiva, mucho depende de tu carácter y temperamento, pero si con una persona no te sientes a gusto, puedes intentar solucionar las cosas o bien estás en tu derecho de romper esa relación siempre y cuando estés en paz con esa decisión y lo hagas por tu bienestar más que por afectar al otro.
Todos pasamos por momentos difíciles, donde percibimos todo en tonos lúgubres y necesitamos nuestro sistema de apoyo y sustento emocional (amigos, familia, pareja, trabajo e incluso mascotas). Pero la diferencia es que las personas negativas disfrutan estar en ese estado y tratan de arrastrar a los demás hacia él. No tienen deseo de resolver sus problemas.
8. Hobbies o pasatiempos
Una persona que no se quiere, generalmente no tiene pasatiempos. Se la pasa postrado en la cama, ante el televisor y repite una rutina diaria. Entra a la red buscando aprobación de los demás en vez de cultivarse. En cambio, una persona que se quiere, conoce sus habilidades y por ende tiene más pasatiempos como participar en carreras, tomar fotografías, hacer manualidades, tocar un instrumento, leer, participar en una liga de fútbol, escribir, juntarse con otras personas y debatir temas. Uno nunca sabe, puede ser que uno de tus hobbies termine siendo una actividad profesional.
9. Mantenerse al día
Una persona que se quiere se preocupa por su entorno social, porque sabe que éste repercute en su vida. Es cierto, el panorama que se vive no es el más alentador, la corrupción, la violencia, la impunidad y la crisis. Pero una persona que se quiere no los evita, por el contrario, piensa qué puede hacer al respecto. Puedes estar indignado y molesto, pero sabe diferenciar esa molestia de su estado de salud mental. Puedes sentirte pleno al mismo tiempo que indignado por varios temas. Quien se desinteresa por su entorno, probablemente no se preocupa por él/ella mismo(a).
10. Coherencia y Congruencia
De las virtudes más difíciles de conseguir. Los seres humanos nos contradecimos a cada rato y la mayoría de las veces ni nos damos cuenta de ello, no es que sea algo malo en sí, es parte de nuestra naturaleza imperfecta. Pero la gente que se quiere a sí misma procura ser coherente con lo que siente, piensa, dice y hace, confía en sí misma y no tiene nada que ocultar o probar. Quienes no se quieren, constantemente cambian de máscara porque no saben ser auténticas personas, como no se quieren, no quieren a los demás y tienen más problemas para ser confiables.
Sí, es muy fácil decirlo. El reto está en aplicarlo todos los días. No se trata de obsesionarte por ser una buena persona, sino de ser sincero contigo mismo y tratar de crecer y contribuir al entorno. Es un ejercicio difícil, debes siempre moldearte, a veces romper el molde o modificarlo y reinventarte.
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