10 cosas que debes saber de la gente
- Alex Negrete F
- 7 jul 2020
- 6 Min. de lectura
Dicen que el tiempo es el mejor maestro. Gracias a él he aprendido varias lecciones que siento que todos debemos tomar en cuenta. El conocimiento de estos, a menos en mi experiencia, evitarán muchas desilusiones y ser lastimado. Muchos los aprendí a las malas, pero espero que sean de ayuda.
El mundo está hecho según las leyes de la naturaleza (o de un dios, si eso es lo que crees), pero una cosa es cierta: No está hecho a tu medida. Así que las cosas no van a suceder como tú quieras ni para complacerte.
Lee detenidamente los siguientes breve puntos, recuérdalos y medítalos.

1) Nunca existirá alguien igual a ti.
Puedes encontrar a alguien que tenga los mismos gustos que tú, pero conforme más conozcas a esa persona irás encontrando sus diferencias, y si no logras tolerar las diferencias difícilmente podrás intimar con esa persona para ser amigos, socios, pareja. Porque a final de cuentas la base del respeto y empatía es el reconocimiento de nuestras diferencias.
2) Siempre serás criticado.
Si eres un “don nadie” nunca recibirás críticas porque tu estilo de vida es a la defensiva, timorato y por ende nadie lo ve. Cuando uno quiere sobresalir la gente te va a ver y siempre serás criticado, para bien o para mal. No estés evitando que la gente te critique, porque si no te critican por tus defectos, te criticarán por andarlos ocultando, o bien te criticarán por no tenerlos. Deja que la gente hable y aprende a filtrar la información, hay críticas constructivas de las cuales siempre podemos aprender y crecer. Inclusive si te lanzan puras críticas destructivas es un buen ejercicio para practicar tu paciencia. A final de cuentas uno no te ve como eres, sino como ellos son, lo que muchos ven en ti, es un reflejo de ellos mismos.
3) Las personas no son posesiones.
No somos objetos, somos seres humanos. Nadie puede ser tu amigo, novio o socio por obligación. La gente es libre de decidir, y si alguien se aburrió de ti, está en su derecho, si le caes mal, está en su derecho. Aunque duela y sea feo y termines con tu corazón roto, así es la vida. La gente es libre de hacer lo que quieran con sus vidas (asumiendo las consecuencias). Entender esto te hará más sabio para establecer límites y no obsesionarte por agradarle a los demás que muchas veces nos termina drenando emocionalmente.
4) Aprende a diferenciar a tus amigos de tus intereses.
Cuando creces, socializas con mucha gente y debes aprender a diferenciar a tus amigos de aquellos que se relacionan contigo por mero interés ya sea laboral o económico. Y no es algo malo, cada uno tiene sus ideas y ambiciones. De la misma manera, aprende a diferenciar a quienes tratas con el fin de cultivar una amistad sincera y a quienes tratas con el fin de saciar un interés. Sé sincero y congruente contigo mismo y con los demás. Como dicen: hablando se entiende la gente.
5) Amigos tenemos pocos.
Tener un amigo de verdad implica intimar mucho con él o ella. En general, no tenemos mucho tiempo de intimar con los demás, así que no importa qué tan sociable seas, amigos se cuentan con los dedos de la mano. Y es justo eso lo que los hace valiosos, la escasez, y como son pocos se tienden a valorar más. Te podrás llevar bien con mucha gente y ser el alma de la fiesta, pero cuando pase algo difícil verás que los que te tienden la mano en realidad son pocos. Y no es por reforzar la idea de que todo gira alrededor de ti, pero establecer una verdadera amistad implica un proceso de empatía y estima que tarda tiempo en desarrollarse. Las verdaderas amistades te aceptan como eres, pero al mismo tiempo no dudan en criticarte de forma constructiva cualquier defecto que puedas tener.
6) La gente es egoísta.
Siempre, a menos que tengan problemas de autoestima, la gente buscará satisfacer sus necesidades primero. No puedes pedirle a alguien que se preocupe por ti antes de él o ella mismo(a). Encárgate de tus problemas en vez de esperar a que te los resuelvan. Parte de la cultura hoy en día es la del egoísmo, pero existe un egoísmo racional, como la llama la filósofa Ayn Rand. Un individuo es un fin en sí mismo, no para los demás, y no deberías sentirte avergonzado por buscar lo que a ti te satisface. Cuando estamos satisfechos y felices con lo que tenemos podemos compartir esa alegría con otros, hasta el simple hecho de comprar un regalo a tu pareja es un acto hasta cierto punto egoísta porque te causa placer la felicidad del prójimo, y está bien. Uno es su propia prioridad, así como en un avión cuando se caen las mascarillas de oxígeno, primero debes ver por ti y es completamente racional.
7) Quien te habla cosas malas de otras personas a sus espaldas, hará lo mismo contigo.
La gente que es bocona y criticona será así con y hacia todos. Hay que fijarnos bien en quién confiamos. Evita a esa gente, o bien hazle saber su actitud. Y, aceptémoslo, casi todos hemos sido esa persona, y está bien reconocerlo, eso no te condena a ser así por el resto de tu vida. Aprende a ser y dejar ser a los demás, y a pesar de que tengas libertad de expresión, eso no significa que debas decir lo que piensas todo el tiempo. No subestimes el impacto que tiene las palabras o las cosas que dices porque muchas veces lo que dices puede cobrarte factura tiempo después.
8) La gente tenderá a tratarte como eres.
Puedes aparentar ser de una forma u otra, y puede que engañes a los demás por un tiempo (incluso a ti mismo), pero con el paso del tiempo, la cubierta se va degradando, la gente se irá dando cuenta de cómo y quién eres. Así que deja de perder el tiempo fingiendo ser de otra forma, poniéndote máscaras y cambiando aquellas cosas que no te gustan de ti (no tiene nada que ver con ser conformista), como dicen, puedes engañar a los demás, pero no a ti, piensa en quién eres cuando nadie te ve. Y como menciono en el punto 3, nunca le agradarás a toda la gente y eso está bien. Vive tu realidad y acepta los cambios a tu propio ritmo.
9) Todo el mundo tiene su bagaje emocional
Los medios siempre nos tratan de vender a la gente “normal” como aquellos que siempre sonríen, pero en realidad es muy distinto. No sé si les haya pasado que cuando hablamos de gente mentalmente estable o sana son gente con la que no hemos intimado mucho. Me atrevo a decir que la vida de prácticamente todos los humanos dista de ser perfecta, todos tenemos una lucha interna, un pasado que nos conflictúa o secuelas de este. Algunos más que otros, pero todos tenemos nuestro bagaje. Aprende a sobrellevarlo, aprende a trabajarlo con terapia y el único que puede hacer paz con él eres tú, nadie más. De la misma forma respeta los problemas de los demás, cosas que a ti te parecen inofensivas y hasta patéticas para otro es un miedo terrible, no te lances a juzgar a priori porque cada persona es un universo entero y tiene su propia historia.
10) No trates de dar a la gente que no está dispuesta a hacer lo mismo.
No gastes tiempo ni energía con gente que no está dispuesta a ser recíproca, como mencioné en el punto 3, esa persona está en su derecho de no hacerlo, y a final de cuentas el único que sufre eres tú. Si la persona no te responde las llamadas o mensajes, si no es como tu querías o te trata como esperabas, no es culpa suya, es tuya por hacerte expectativas altas. Aprende a ver a la gente como son, y no como quieres que sean, aprende a ver las señales rojas con anticipación y así evitar caer en un malestar por expectativas no cumplidas.
Y aceptémoslo, muchas veces nos esforzamos en agradarle a alguien, no porque seamos personas cariñosas, sino porque nos aferramos a que la otra persona nos corresponda, a esa validación que todos anhelamos pero que no nos atrevemos a admitir, y eso no habla bien de nuestra autoestima.
Estos son los consejos que les puedo dar con base en mi experiencia. Disto de ser perfecto y sigo trabajando en varios de ellos. Pero si logramos aceptar las cosas como son y no como queremos que sean, probablemente nuestra estancia en la vida será menos dolorosa y aprenderemos a disfrutarla mejor.
Comments